Nicaragua antes del estallido
Relato de viaje: Un festival de arte, historias, volcanes, lagos, amistades y luchas.
“Se viaja para decir yo estuve ahí, yo vi, yo sé, yo fui, yo caminé, yo pisé la calle que pisaron todos.” “Y también están los viajes de los que no hacen ninguna de todas esas cosas –los viajes de los viajeros–; y los viajes inútiles: los viajes de los que viajan para contar.”
Leila Guerriero
Hay personas que buscan la mejor foto, recorren lugares siguiendo un itinerario recomendado o se enfocan solo en aquello que les gusta: los mejores restaurantes o las comidas típicas, las mejores playas, los museos y los edificios emblemáticos. Yo, en cambio, persigo historias.
A Nicaragua llegué el 3 de abril de 2017, siguiendo el rastro de un evento, para mí, único: un Festival Interuniversitario Centroamericano de Cultura y Arte. Unos días antes de mi viaje, mientras caminaba por Tegucigalpa, la capital de Honduras, escuché una música y un sonido particular que llamó mi atención. Me dejé guiar por el sonido metálico y chillón que producían los machetes al chocar, y así descubrí un ensayo de chicos y chicas de la universidad. Practicaban una danza típica de su país. Pregunté de qué se trataba y me dijeron que se preparaban para el FICCUA 2017, que sería en unos días en Nicaragua.
Cancelé entonces mi voluntariado en Honduras y compré pasajes para irme a ver el festival. Llegué de noche y aunque el hostel que había reservado estaba a la vuelta de la estación, un hombre tuvo que acompañarme por seguridad. Mientras caminaba hacia el hospedaje, con mi mochila de 55 litros en la espalda, delatándome como turista y recién llegada a la ciudad, unas personas que se escondían detrás de un árbol fueron ahuyentadas por este hombre que guardaba su moto. Les gritó algo que no recuerdo, ellos se alejaron con mala cara y luego él se ofreció a acompañarme hasta la entrada del hostel para asegurarse de que no regresaran.
Por suerte, mi viaje sola por Centroamérica estuvo acompañado de buenas personas en el camino.
📍Managua
El primer destino fue Managua, la capital del país. Recorrí la plaza Hugo Chávez, el Teatro Rubén Darío y el puerto Salvador Allende. Las calles estaban llenas de referencias a políticos y poetas socialistas en un país gobernado durante años por el mismo representante. Cuando llegué a Nicaragua, Daniel Ortega llevaba ya diez años consecutivos en el poder. Hoy mantiene el mismo cargo y pronto cumplirá veinte años en él, ya que pospuso las elecciones presidenciales hasta 2027. Y no solo eso, a partir de una reforma constitucional comparte la “copresidencia” con su esposa y ambos podrían ser electos de forma indefinida.
“Los hijos de la gente de Acahualinca no nacen por hambre, y tienen hambre de nacer, para morirse de hambre. Bienaventurados los pobres porque de ellos será la luna”
Leonel Rugama
Después de mi tour por la ciudad, fui a la presentación del FICCUA. Estuve en un teatro viendo tres horas de danzas y músicas típicas de cada país de Centroamérica. A mi lado se sentó Gerónimo, un chico nicaragüense. Conversamos sobre el festival y la situación del país. Estuvimos en contacto durante los días que continuó el evento. Nos reencontramos en León y Granada, las otras ciudades donde se desarrollaban las actividades del festival.
📍León
En León, el calor era asfixiante. De noche era casi imposible conciliar el sueño entre los mosquitos y el ventilador, que solo servía para distribuir todo ese aire caliente en la habitación compartida del hostel. Recorrí la ciudad y visité el Museo de la Revolución, que muestra los sucesos de la lucha del Frente Sandinista de Liberación Nacional contra la dictadura de los Somoza, en 1979. Lo particular de este museo es que está ubicado en un edificio bastante deteriorado y que sus guías son excombatientes de aquella lucha. Pude conversar con uno de ellos: caminando por las salas del museo me narró los hechos de aquellos años, me sugirió que colaborara con él comprándole un DVD con la historia de la Revolución y me invitó a tomarme una foto con un fusil👀


“Si pequeña es la Patria, uno grande la sueña.
Mis ilusiones, y mis deseos, y mis
esperanzas, me dicen que no hay patria pequeña.
Y León es hoy a mí como Roma o París.”
Rubén Darío
Otro excombatiente de aquella Revolución es el actual presidente, Daniel Ortega, pero no lo encontrarán pidiendo colaboraciones en un museo, ya que desde 1979 se posicionó como líder político del país. Alternando mandatos, lleva casi treinta años en el poder.
📍Granada
Siguieron los eventos musicales, lecturas de poesías, cantos, bailes y pinturas de obras al aire libre. Alterné un poco de arte con comidas y cerveza. Probé el famoso gallo pinto, las fritangas y los patacones. Y si algo descubrí en aquel viaje fue que amo los platanitos fritos con limón y sal.
Recorriendo los distintos shows que se presentaban en la ciudad de Granada conocí a Gilmer, un chico hondureño y garífuna, que me enseñó algunas palabras en su lengua. Me dio gracia volver a leer mis notas de aquel viaje ocho años después. Tengo la costumbre de preguntar siempre cómo se dice esto o aquello en diferentes lenguas. Pero la más importante, sin dudas, es la siguiente: Uba ceibeiduu nu. Es decir, ¡dame cerveza! No sabré hablar otros idiomas, pero a cada lugar que vaya, al menos sé cómo pedirme una cerveza😅
Los garífunas se encuentran principalmente en las costas de Honduras, Belice, Guatemala y Nicaragua. Su lengua proviene de las lenguas arawak o arahuacas, con influencias del francés, el inglés y el español, según la UNESCO.
Elegir ver aquel festival me permitió conocer personas, lugares, otras lenguas, expresiones artísticas, identificar símbolos de cada país que fui recorriendo, ver bailes con machetes, danzas de diablos, escuchar música alegre y manifestaciones de descontento al mismo tiempo.
Decidí que en Granada terminaba mi persecución artística. Me despedí de Gerónimo y sus amigos, la última noche recorrimos algunos bares de la ciudad y ellos volvieron a Managua con el resto de las delegaciones. El evento finalizaba allá, donde había comenzado. Yo decidí seguir mi viaje hacia el sur para conocer un poco más de Nicaragua antes de partir a Costa Rica.




Recorriendo Nicaragua 🗺️
Los días siguientes visité la Laguna de Apoyo que es un “cuerpo de agua volcánico”, además el lugar es una reserva natural protegida y se encuentra muy cerca de Granada. Es de fácil acceso y se puede ir y volver en el día. También visité de noche el volcán Masaya. En un recorrido de pocos minutos (porque nunca se sabe cuando puede erupcionar) te permiten aproximarte al cráter y ver su lava ardiente🤯


Continué mi viaje hacia la isla de Ometepe. En náhuatl Ometepetl significa “dos montañas”. Esas dos montañas son dos volcanes: el Concepción y el Maderas. Pueden verse a lo lejos cuando estás por tomar el ferry que te traslada a la isla. Es un lugar imponente.
La isla se encuentra en el centro de un gran lago llamado Cocibolca y ofrece una amplia variedad de recorridos y actividades en un entorno natural lleno de historia. Me alojé en Altagracia y alquilé una bicicleta para pasear, ya que las distancias eran relativamente cortas. Fui primero a Ojo de Agua, una fuente natural a la que se le atribuyen propiedades medicinales. Ni idea cuáles eran esas propiedades, pero igual me metí para refrescarme antes de seguir camino hasta la playa de Santo Domingo.




Finales, bendiciones y protestas🔥
Después de mi partida, seguimos en contacto con Gerónimo. Me escribió pocos días después para avisarme que uno de sus amigos, con quienes habíamos compartido durante el festival, había fallecido en un accidente y que lo tuviera en mis oraciones. Me conmovió pensar en cómo pueden cambiar las cosas en un instante. No sabía bien cómo era eso de tenerlo en mis oraciones, pero le contesté que sí. A lo largo de mi recorrido por el continente me sorprendió la cantidad de veces que se mencionaba a Dios en sus diferentes formas y las incontables bendiciones que recibí a cada paso.
A fines de 2017, Gerónimo me contaba las dificultades que atravesaba su país. Comenzaban las protestas y manifestaciones. En 2018 estalló un enfrentamiento con la policía. Pude ver en Facebook que a mi amigo lo habían detenido por reclamar, como a tantos otros en aquel momento. Le escribí, aunque no sabía si contestaría. Por fortuna fue liberado y pudo contarme lo que había sucedido. Aunque no todos tuvieron la misma suerte. Fueron meses de protestas y murieron más de 300 personas.
🎧Si te interesa saber más te comparto un podcast de Radio Ambulante con la historia de Samantha, presa política y exiliada por decisión del gobierno:
¿Te imaginas tener que partir de casa a mitad de la noche sin saber adónde vas, tener que dejar a tu familia y amigos sin saber si vas a poder volver? ¿Y que te quiten tu nacionalidad solo por pensar distinto?
Por suerte, aunque nos expulsen, nos obliguen a irnos o no podamos volver, siempre, siempre vamos a tener modos de identificarnos con nuestra tierra, con nuestros recuerdos y con nuestros seres queridos: una comida, una danza, una música, mantener nuestras costumbres o tatuarnos en la piel aquello que amamos🙌🏻
✨Cada viaje es, en sí mismo, un aprendizaje. Nunca sabemos con qué nos vamos a encontrar: por más que planifiquemos cada detalle, siempre habrá algo de incertidumbre. El resto hay que dejárselo al viaje. Pensé que iba a ver un festival y encontré palabras, historias, identidad y un país en lucha.
Gran conclusión, dejar lugar para que el viaje nos sorprenda.
Y qué suerte encontrarse esas almas buenas en el camino.
Muchos recuerdos del parche y de los parcheros en esa calle de granada, tras las protestas prácticamente desapareció, todo siempre dando vueltas, saludo